Reconocer que como seres humanos sufriremos dolor, y en lo más profundo de nuestro ser hay un vacío que solamente puede ser llenado por Dios y nuestros seres amados y no por las drogas, el alcohol, el sexo o cualquier otra cosa material.
Voluntariarse en su parroquia o comunidad local para ayudar a otros; haga lo que sabe; ofrezca sus habilidades.
Tomar cuidado de su propio barrio; conocer a sus vecinos; involucrarse en la organización de su barrio.
Hacer de la familia una prioridad - pasar tiempo con el/la esposo/a y niños. Si hay algún problema familiar, buscar ayuda.
Hacer que los niños se sientan queridos, cuidados y seguros. Establecer límites claros para ellos y hacer que compartan responsabilidades del hogar y de la comunidad.
Enseñar maneras de enfrentar el dolor y de como tratar el sufrimiento y el dolor de la vida humana.
Llame al 1-800-729-6686 para obtener información acerca de la Prevención de Drogas y Alcoholismo de Gobierno de los Estados. Unidos. Individuos y/o grupos pueden llamar. No hay cargo alguno por materiales o estampillas.
Proporcionar oportunidades en la parroquia para la oración, el ayuno, y servicios de reconciliación para curación de adicciones.
Fomentar la formación de líderes entre las personas que se han recuperado del uso de las drogas y haga uso de sus habilidades por ministrar a otros.
Ofrecer oportunidades para que adultos sean mentores de personas jóvenes.
Organizar grupos del apoyo y ayuda entre compañeros para las personas jovenes.
Proporcionar apoyo y educación a las familias a través de grupos de apoyo, compañerismo entre las familias, fortaleciendo la familia y ofreciendo oportunidades de enriquecimiento. Ofrecer clases de cómo ser mejores padres.
Reconocer los trabajos que pasan las familias de padres solos y de abuelos criando niños y proporcionarles apoyo.
Ofrecer educación a los pastores y predicadores en el área del abuso de las drogas y adicciones por parte de la Oficina de Alcance Pastoral y Caridades Católicas.
Persistir en apoyar y ministrar a, con, por, y para los jóvenes, a través de actividades para ellos y de entrenamiento para los Líderes de programas juveniles ofrecidos por la Oficina de Juventud y de Ministerio de Jóvenes Adultos.
Proporcionar a las parroquias ayudas para las homilias, ayudas litúrgicas, intercesiones, y anuncios para los boletines acerca de el abuso de sustancias y su prevención, así como ofrecer educación y fomación para predicadores a través de la Oficina de Alabanza.